¿Qué es esto de la copa menstrual?
Aunque muchas de nosotras no habíamos oído hablar de ella, los primeros prototipos de copas menstruales fueron diseñadas en Estados Unidos entre 1860-1870. Sin embargo, no llegaron a comercializarse por una falta de comodidad en el uso. Años más tarde, en 1937, Leona Chalmers patentó un modelo algo más parecido a lo que conocemos hoy en día como la copa menstrual que, en este caso, estaba hecha de látex. La patente resaltaba que este dispositivo no era incómodo y que se podía usar con ropa ceñida sin que se notara.
Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de látex por su extendido uso en armamento militar, la empresa de Leona Chalmers se vio forzada a cerrar. En 1950, se realizaron algunas mejoras en la copa menstrual y Chalmers patentó un nuevo diseño. En este segundo relanzamiento se intentó publicitar la nueva copa y regalarla a enfermeras para que fuese recomendada. Sin embargo, el uso de un dispositivo dentro de la vagina seguía siendo algo escandaloso. Además, otro de los inconvenientes que parecía existir con la copa era que las mujeres no se sentían cómodas vaciando y limpiando la copa, por lo que se promovió la copa de un solo uso. A pesar de todo este esfuerzo, las ventas no superaron toda la inversión en publicidad por lo que, finalmente, en los años 70 la empresa Tassaway cerró.
En los años 80 reapareció la copa de látex con “The keeper”, empresa que todavía continúa. Fue a principios del siglo XXI cuando se introduce la silicona médica como material óptimo para hacer la copa, tratando de evitar las alergias al látex, y hoy en día casi todas las copas menstruales están fabricadas con este material. Con esta información, sabemos que la copa menstrual no es algo tan novedoso como podríamos pensar y que, con las ventajas añadidas a través de los materiales elegidos y los estudios de conformación, constituye una de las opciones más saludables y cómodas existentes en el mercado.
La copa menstrual, como su nombre indica, es un dispositivo con forma de copa y con un palo, bola o sujeción para facilitar su extracción. Está compuesta de silicona médica hipoalergénica y su función es recolectar el flujo menstrual sin interactuar con nuestro cuerpo, respetando la lubricación natural sin resecar la vagina.
Tiene una serie de ventajas, como dijimos en el artículo anterior, que hacen que sea nuestra opción para desarrollar el proyecto de Cromosomos X.
- No interactúa con nuestro cuerpo
- No se nota que la llevamos puesta, una vez superada la etapa de aprendizaje (si la notamos es que no está bien colocada).
- Es la opción más respetuosa con el medio ambiente ya que no generamos residuos y el agua potable que se necesita es menos que cualquier otro producto menstrual.
- Podemos llevarla puesta hasta 12 horas.
- Nos permite acercarnos al autoconocimiento: conocer nuestro cuerpo, nuestro ciclo y nuestra salud.
- Eonómica: es una buena inversión ya que tiene una vida útil de hasta 10 años. Es recomendable invertir en una de buena calidad y, preferiblemente, sin tintes.
Si has intentado usarla y todavía no te acostumbras o si todavía no la has probado, te proponemos unos pasos sencillos que esperamos te ayuden y motiven a dar un paso más saludable y consciente con el planeta que compartimos.
¿Cómo elijo mi copa menstrual?
Es un paso muy importante que se supera con error-acierto. Por supuesto, el autoconocimiento es nuestro mejor aliado: cuanto más nos conozcamos, más fácil será elegir la mejor copa para nosotras. A la hora de hacer cualquier inversión en una copa menstrual existen algunos requisitos clave:
- El tipo de material, es súper importante asegurarnos de que se trata de silicona médica hipoalergénica, preferiblemente sin tintes (cuánto menos extras, mejor).
- La talla, en el siguiente apartado profundizaremos sobre este aspecto.
- La marca, preferiblemente una empresa local. Así evitamos el impacto del transporte y potenciamos el comercio local.
¿Cuál es mi talla?
Dependiendo de la casa comercial tendremos la opción de dos o tres tallas. Existen factores como:
- La edad
- La longitud del cérvix
- Si se ha tenido algún parto vaginal
- La práctica de algún deporte que tonifique los músculos del suelo pélvico
Estos elementos condicionan hacia una talla u otra. No se trata de una ciencia exacta pero son elementos clave a la hora de elegir la opción que más se adapta a nuestro cuerpo. En algunas ocasiones también se menciona la cantidad de flujo como un determinante a la hora de escoger la talla que mejor se adapta pero este aspecto no es el principal ya que los mililitros de diferencia no son significativos. Cada marca comercial indica según estos factores cuál es la que más se adapta a nuestras necesidades.
¿Cómo usar la copa menstrual?
Algo súper importante para empezar a usar la copa (y en general) es la higiene. Debemos lavarnos las manos muy bien y tener la copa esterilizada para poder empezar.
Para mantener la higiene cada vez que nos cambiemos la copa, debemos vaciarla y lavarla con agua fría. Además, entre ciclo y ciclo es imprescindible esterilizar la copa. Para ello, se debe introducir en agua hirviendo durante 3 minutos (de temporizador), dejarla enfriar y ya estaría lista para usarla en el próximo ciclo. Mientras no la usemos, podemos guardarla (una vez que esté seca) en una bolsa de algodón.
Pasos para ponerse la copa:
- Fundamental: estar tranquila y relajada, sin prisa por acabar.
- Moja la copa, no es necesario usar lubricantes, la copa mojada te ayudará a introducirla. Dobla la copa para introducirla en tu vagina. Existen varios tipos de propuestas: en forma de C, en forma de S o en forma de flor.
- Las primeras veces debes encontrar la posición con la que más cómoda te sientas. Puede ser, por ejemplo, levantando una pierna y apoyándote en algo elevado o de cuclillas en la ducha.
- Muévete un poco y prueba que estás cómoda.
Normalmente, se necesita un periodo de aprendizaje: al cabo de 2-5 ciclos estarás habituada a la copa y notarás el gran cambio que supone su uso.
El tiempo máximo de uso continuado de la copa son 12h. Entonces, debemos sacarla, vaciarla y enjuagarla. Si la copa tiene algún agujerito, debemos limpiarlo bien (no es necesario el uso de jabón) y ya podremos volver a usarla. Mientras tanto podremos seguir con nuestra vida, hacer deporte o dormir con ella sin problema.
¿Cómo extraer la copa menstrual?
Lo primero que tienes que saber es que la copa menstrual siempre va a salir y, al igual que cuando nos la ponemos (principalmente las primeras veces), no debemos tener prisa y es mejor si estamos tranquilas.
Pasos para quitarse la copa:
- Relajación y convencimiento de que podremos sacarnos la copa menstrual sin ningún problema.
- Palpa con los dedos para localizar la copa.
- Para sacarla, debes situar el tubo o bola de la copa a la altura de los labios. Cuando notes la base de la copa, introduce los dedos para deshacer el “vacío”, sin tirar ni hacer fuerza para no hacernos daño.
- Por último, cuando notes que se dobla la copa y ese “vacío” se ha deshecho, tira suavemente y sácala con cuidado.
En ocasiones, y sobre todo después de dormir, la copa puede subirse un poco. ES NORMAL, simplemente la intentamos expulsar con nuestros músculos como si quisiéramos hacer pis. De ese modo facilitamos el alcance a la parte inferior de la copa.
Aquí os dejamos unos enlaces muy interesantes sobre la historia y documentos gráficos de las primeras copas menstruales.
Esperamos que os haya sido útil el artículo. Si tienes dudas o te gustaría saber más sobre algún aspecto de la copa, puedes ponerte en contacto con nosotras en Instagram @cromosomosx
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