¿Qué es la menopausia y por qué se produce?
La menopausia es el cese de la función ovárica y, por lo tanto, el cese del ciclo menstrual tal y como lo conocemos. Desaparece la ovulación y la menstruación. El ovario deja de producir su función ovulatoria y hormonal.
Tenemos que tener en cuenta que el ovario es el mayor productor de estrógenos de nuestro cuerpo, aunque también se producen en pequeñas cantidades en los riñones o en la grasa corporal. Además, la progesterona es producida por el cuerpo lúteo que se forma después de la ovulación. Al desaparecer este, nuestros niveles de estrógeno (estradiol E2) y progesterona bajan bruscamente y aumentan nuestros niveles de FSH y LH, ya que su producción en la hipófisis está regulada, en parte, por la producción de estrógenos.
Al detectar la falta de estrógenos, la hipófisis envía gran cantidad de FSH y LH a los ovarios para estimularlos a producir estrógeno. Cuando entramos en la premenopausia, es posible que en los análisis veamos nuestra hormona FSH alta y los estrógenos algo más bajos (no siempre sucede esto). De todos modos, es importante asegurarse siempre de que la función tiroidea es la adecuada, ya que cuando la tiroides no está funcionando bien, también puede haber falta de menstruación (amenorrea).
La menopausia puede ser natural o inducida. De manera natural, la menopausia se produce por la disminución y desaparición de la reserva ovárica debido al paso de los años y al envejecimiento de los tejidos. Pero también puede inducirse de manera clínica después de una operación en la que sea necesario extirpar los ovarios (esto no pasa cuando se practica una histerectomía, pero se dejan los ovarios), por problemas de salud o mediante fármacos.
La menopausia de manera natural suele darse entre los 45 y los 55 años, siendo más común alrededor de los 50, pero depende mucho de la genética y del estilo de vida que hayamos llevado. La menopausia también puede darse antes de lo previsto, muchas veces motivada por factores genéticos; en este caso se la conoce como menopausia precoz.
¿Qué pasa en el cuerpo?
En esta fase de nuestra vida, nuestro cuerpo cambia en parte debido a la pérdida de los estrógenos, que son nuestros guerreros protectores, por decirlo de algún modo. Muchas veces, al caer el telón de los estrógenos, se puede observar lo que hay detrás de esta barrera protectora, en gran parte, debido al estilo de vida que se haya llevado.
¿Cómo la hemos conceptualizado en nuestra sociedad?
La menopausia es un proceso invisibilizado, tratado muchas veces como una enfermedad, que solo le importa a la persona que la vive en el momento en que la está viviendo. Piensa, ¿has hablado alguna vez de la menopausia con alguien?¿sabes como vivieron su menopausia mujeres cercanas a ti? La menopausia se relaciona con vejez, pero hoy en día no marca para nada el final de la vida, si tenemos en cuenta que, según el INE, la esperanza de vida de una mujer en España es de 85 años aproximadamente y la menopausia suele alcanzarse alrededor de los 50 años. Es un proceso que solo marca un cambio de fase en la mitad aproximada de la vida.
Pero a pesar de esto, la menopausia todavía, para muchas mujeres, viene acompañada de una etapa de desánimo emocional debido a la pérdida de la juventud o al cambio del cuerpo, generalmente a un cuerpo menos normativo. No tenemos referentes en la televisión o en la publicidad en los que aparezcan mujeres durante su climaterio. Mira las series, películas, o programas de televisión; en su mayoría, aparecen mujeres jóvenes.
La industria de la belleza tampoco nos ayuda. Esta industria gasta miles de dólares en mostrarnos cómo debemos ser jóvenes, normativas y productivas. Con esta publicidad, se desgasta la autoestima de las mujeres, consiguiendo así una gran clientela para sus productos y servicios. Además de esto, encontramos el tema de la pérdida de fertilidad (pérdida de productividad), ya que no es lo mismo no querer tener hijos que no poder.
“Si la regla es un tabú, la menopausia está aún más invisibilizada.”
Diferencias entre menopausia, climaterio, pre y postmenopausia
Menopausia: Cese definitivo de las menstruaciones como resultado de la inactividad folicular ovárica. La menopausia, por tanto, se trata de un momento puntual en el que los ovarios dejan de producir su función ovulatoria y hormonal.
Premenopausia: se trata del periodo de tiempo, generalmente meses, en el que la mujer comienza a tener alteraciones en la regularidad de su ciclo ovárico y en algunos casos síntomas típicos de la menopausia. Es decir, el cese ovárico de la mujer no se produce de manera brusca e inmediata en un momento.
Posmenopausia: es el periodo de tiempo posterior al día de la menopausia en el que la mujer puede presentar síntomas en posible relación con ese cese de la función ovárica. Puede durar unas pocas semanas o meses.
Climaterio: hace referencia al periodo de transición desde la etapa reproductiva hasta la no reproductiva. Suele abarcar desde aproximadamente 1 año antes (cuando se inician cambios hormonales y síntomas) hasta meses o años después de la menopausia.
Síntomas de la menopausia y asociados a ella
Aumento del riesgo cardiovascular y del síndrome metabólico.
Al disminuir la concentración de estrógeno, se modifica el metabolismo de las grasas, aumentando el colesterol total y los triglicéridos, lo que puede haber mayor riesgo cardiovascular y de resistencia a la insulina. Además, al disminuir la concentración de estrógenos y aumentar los andrógenos, la grasa pasa de acumularse en las caderas a acumularse en la cintura y en la zona visceral, con lo que tienen más posibilidad de convertirse en una grasa patogénica. Es importante el estilo de vida.
Sedentarismo, osteoporosis y pérdida de masa muscular.
La bajada de estradiol tiene efectos en la preservación de la salud músculo-esquelética; su bajada conlleva riesgo de sarcopenia y obesidad. La osteoporosis es otra de las enfermedades relacionadas con la menopausia y la caída de estrógenos. Estas dos patologías están muy relacionadas con el sedentarismo.
Atrofia vaginal y mayor riesgo de infecciones genito-urinarias
El déficit estrogénico conlleva que no haya formación de todas las capas del epitelio vaginal. Hay disminución de colágeno, de vascularización y secreción, lo que conlleva fragilidad en la mucosa vaginal y alcalinización del pH. Por lo tanto, se puede producir picor, sequedad, incontinencia urinaria, aparición de infecciones por disbiosis vaginal. Al cambiar el pH, cambia la microbiota.
Labilidad emocional y reducción de autoestima.
Como ya hemos visto, el climaterio aparece ante nosotras como una etapa de la vida con gran incertidumbre. En la sociedad hipersexualizada en la que vivimos, la menopausia aparece como la pérdida de la juventud y del cuerpo normativo estandarizado por el patriarcado. Y aunque, para nada es así, ya que el arquetipo en el que nos convertimos es ante todo una mujer mentora y sabia, que tiene claro su papel en el mundo. Muchas mujeres pasan por procesos de cambios emocionales y pérdida de autoestima. Al ser señaladas, por el contexto social, como personas que ya no son deseadas y que están envejecidas.
Sofocos
Se dan en el 75% de mujeres en menopausia. No se conoce cuál es exactamente su causa y no son fácilmente predecibles, tampoco se sabe con seguridad cómo actuar ante ellos para disminuirlos. Se los considera síntomas vasomotores, que comienzan en la región termorreguladora del hipotálamo. Estos sofocos también pueden ser causados por desequilibrios hormonales tiroideos. Una curiosidad es que se presentan en mayor porcentaje en mujeres caucásicas que en mujeres japonesas o chinas (se cree que esto podría ser debido al consumo de soja en su dieta, pero no hay todavía estudios que lo avalen).
Cómo se trata o se ignora médicamente
Os quiero contar una historia que me parece importante no olvidar y que se explica muy bien en el artículo de Silvia Espinosa. La menopausia, durante muchos años, ha sido tratada por la medicina y la industria farmacéutica como una patología y, por lo tanto, medicalizada de manera general. Esta es la historia de la terapia hormonal sustitutiva, que empezó a aplicarse en mujeres sanas argumentando que las protegería de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o retrasaría el envejecimiento.
En el año 66 aparece el primer estudio que desmiente esta supuesta protección. A pesar de esto, se publican estudios financiados por laboratorios que dan una gran publicidad a esta terapia. En los años 75, en EE.UU., se medican con esta terapia 6 millones de mujeres durante su menopausia. En el año 76 se relaciona ya esta terapia con el cáncer de endometrio y en 1998 se empiezan a alzar las primeras voces que piden que esta terapia se recete solo en casos severos y a pequeñas dosis.
Después de 50 años de prescripción de esta terapia a millones de mujeres sanas con las correspondientes consecuencias, en 2003 aparecen dos estudios incuestionables que demuestran que esta terapia aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, de endometrio, enfermedad cardiovascular, ictus y tromboembolismo venoso.
En España no se limitó su prescripción hasta 2004 para el tratamiento a corto plazo de síntomas que dificulten la actividad diaria a dosis bajas y duración mínima indispensable. Esta historia nos da mucho que pensar… pero por ahora la dejaremos en vuestro tejado para que podáis darle una vuelta.
Afortunadamente, hoy en día, cada vez son más los profesionales de la salud que optan por terapias alternativas y un cambio de estilo de vida para mitigar los síntomas que la menopausia puede causar en algunas mujeres.
Contraposición: cómo tener un climaterio saludable y prepararse para la menopausia antes de que llegue
Contra el envejecimiento prematuro de huesos y músculos, evitar el sedentarismo, hacer al menos 30 minutos de deporte al día. Es muy importante combinar ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza para combatir la osteoporosis y la sarcopenia. Además, el deporte está demostrado que es igual o más eficaz contra la depresión que la medicación y no tiene efectos secundarios.
Nutricionalmente, es importante una buena ingesta de calcio en la dieta (lácteos y hojas verdes), ya que los suplementos pueden no llegar a ser tan efectivos como necesitamos. Y repartir la ingesta de proteínas por igual en las tres comidas.
Para evitar las infecciones urinarias, es importante una buena hidratación y consumo de vitamina C, ingesta de frutos rojos y suplementación con probióticos de lactobacilus. Es súper importante no utilizar jabón para lavar la vulva o la vagina, ya que, como dice mi profesora María Fraile, «la vulva y la vagina son pirolíticas y se autolimpian». Así que para limpiar la vulva es importante hacerlo solo con abundante agua tibia.
Para cuidar nuestra salud emocional, es importante mantener horarios regulares tanto en las comidas como en las horas de sueño. Exponerse diariamente a la luz natural por el día y a la oscuridad por la noche. Esto regula nuestro reloj interno y mejora nuestro nivel de vitamina D.
Y, por último, mantener los contactos sociales, dedicando tiempo a hacer lo que nos gusta. Para mejorar los sofocos, es interesante disminuir los niveles de azúcar en sangre, mantenerse activo, no consumir alcohol, picantes o estimulantes. Evitar el estrés y probar la suplementación con magnesio.
Experiencias positivas de la menopausia
En muchas otras culturas, la menopausia se vive desde un punto de vista diferente. Por ejemplo, en algunos países musulmanes, la mujer, cuando llega a la menopausia, puede descubrirse la cabeza y se la considera digna para relacionarse en conversaciones con hombres. Con lo que muchas mujeres la reciben con entusiasmo. Para otras culturas, la menopausia convierte a la mujer en un miembro sabio de la comunidad y se le pide consejo y se la valora como persona de gran conocimiento. Sin irnos tan lejos en la cultura occidental, muchas mujeres viven su menopausia con gozo al saber que podrán disfrutar del sexo sin la posibilidad de quedar embarazadas.
Colectivizar la menopausia para que deje de estar invisibilizada
Como la menarquía, la menopausia es una fase de nuestra vida para la que normalmente nadie nos prepara y es posible que hasta no nos hayan hablado nunca de ella. Muchas veces, cualquiera de estas dos nos pilla por sorpresa. De unos años aquí, esto está cambiando con la menarquía; el colegio o la escuela se han vuelto lugares en los que las niñas y niños empiezan a recibir información sobre qué les va a pasar a sus cuerpos y cómo transitar estas etapas. Aunque aún queda mucho por hacer, es un camino que ya se ha empezado a caminar.
Pero ¿dónde están los espacios seguros en los que nos hablen de menopausia, de qué le va a pasar a nuestro cuerpo? ¿A qué profesional hemos de acudir para informarnos y saber qué nos pasará realmente y si estamos preparadas para vivirla de un modo saludable o necesitamos hacer algún cambio? ¿A un médico? ¿Es acaso una enfermedad? Es una prioridad crear espacios seguros en los que las mujeres podamos reunirnos para aprender sobre nosotras y compartir experiencias en torno a la menopausia. Urgente crear círculos de mujeres o charlas informativas con diversas profesionales de la salud y otros campos con mujeres de diferentes edades para compartir y acompañarnos en este proceso, que todas con suerte vamos a transitar.
Si quieres saber más sobre cómo vivir una menopausia saludable, te recomiendo el libro «La revolución Invisible» de Marta León y «La sabiduría de la menopausia» de Christiane Northrup. Por suerte, hoy en día, hay muchas organizaciones de carácter no gubernamental y sin ánimo de lucro que trabajan por una menstruación digna y para que la información llegue a todas esas niñas y mujeres, como es Cromosomos X, ONG de la que formo parte, y que trabaja impartiendo talleres tanto en España como llevando educación menstrual y productos de higiene a países del sur global.
Este artículo ha sido escrito siguiendo las directrices de la Guía para escritoras de Cromosomos X, un sistema de verificación informativa que hemos diseñado para poder asegurarte que la información que encontrarás en este portal, ha sido correctamente recabada, contrastada y referenciada. En cuanto al artículo que acabas de leer, al tratarse mayoritariamente de un artículo de opinión en nuestro “semáforo de riesgo de veracidad” ha sido categorizado como verde, ya que la información convive con la opinión y el proceso es más laxo y su validación es menos estricta que en artículos científicos o sanitarios. Queremos que la información sea veraz, pero en materia de opinión, la validez es cuestionable. En Cromosomos X tenemos la nuestra, pero en este espacio caben muchas otras voces.
Bibliografía
Clechorn, E. (2022). Enfermas, una historia sobre las mujeres, la medicina y sus mitos en un mundo de hombres. Paidós.
Northrup, Ch. (2002). La sabiduría de la menopausia, cuidado de tu salud física y emocional durante este periodo de cambios. Urano
León, M. (2022). La revolución invisible, cuida tus hormonas a partir de los 40. Lunwerg editores.
Sanz, X. (2021). La revolución de la menstruación, todo lo que debes saber sobre la salud hormonal y el ciclo. Editorial Planeta.
Espinosa, S. (2019). Una historia para no olvidar: la terapia hormonal sustitutiva. Federación de Sanidad y Sectores sociosanitarios.